Firmas de adolescentes en el beisbol: un sistema sin ley

El sueño de llegar a las Grandes Ligas resultó el camino hacia la muerte de varios prospectos en los últimos 20 años, principalmente debido al uso de sustancias para mejorar el rendimiento. Un joven de Santiago, pero que entrenaba en San Luis, es la víctima mortal más reciente.

Ismael Ureña Pérez es la víctima más actual del desordenado ambiente de las firmas de adolescentes para el béisbol profesional. Se trata de un sistema sin ley en el que prima la búsqueda del dinero sin medir consecuencias.

El interés desmedido de los cazatalentos de las organizaciones de Grandes Ligas por niños de 13 años y a veces de menos de edad, provoca la necesidad de preparar a los imberbes para impresionar a más de tres años de considerarse elegibles para firmas.

Odiosos e incontrolables preacuerdos, compromisos de palabras que tienen tal poder que sirven de garantía para préstamos de hasta centenas de miles de dólares, son el detonante del uso de sustancias prohibidas y las alteraciones de edad.