Al frente de los renacidos Los Angeles Lakers, LeBron James desafiará desde el martes a los Denver Nuggets del gigante Nikola Jokic y los Celtics de Jayson Tatum a los Heat de Jimmy Butler, en unas finales de conferencia de la NBA con mucha hambre de revancha.
Las cuatro franquicias, y sus respectivas estrellas, reeditarán las mismas finales de conferencia que se disputaron en 2020 en Orlando (Florida), cuando la NBA se enclaustró en el complejo deportivo de Disney World para resguardarse de la pandemia de covid.
Los Lakers, ganadores de aquel campeonato en las Finales ante los Heat, son ahora el invitado más inesperado a estas alturas.
El equipo californiano arrancó el curso con un vergonzoso balance de 2-10 y se coló por los pelos en el repechaje a playoffs, después de transformar su plantilla en febrero con la salida de Russell Westbrook y la llegada de valiosos secundarios como D’Angelo Russell, Jarred Vanderbilt o Rui Hachimura.
A lomos del inagotable LeBron James, que sigue imponiendo su ley a los 38 años, y de un Anthony Davis de nuevo en su mejor forma, los Lakers dieron cuenta de los Timberwolves en la repesca y restauraron su orgullo regresando a playoffs tras un año de ausencia.
En la primera ronda eliminaron de forma convincente a los Grizzlies, segundo sembrado de la Conferencia Oeste, y después dieron el gran golpe al despachar a los vigentes campeones, los Warriors de Stephen Curry.